El viñedo, por tradición en esta zona, se ha llevado siempre en parral con una poda a base de dejar cuatro brazos en forma de cruz con 7 yemas cada uno además de pequeños pulgares con dos yemas cada uno.
Despalillado: eliminación del raspón del racimo para evitar astringencias. Prensado: extracción del mosto fresco que dará origen al txakoli.